Agnes Simón, conocida en el mundo de la música como Femi, se prepara para aterrizar en Córdoba con la presentación de su primer álbum, «Cultura Famélica«. La cita tendrá lugar el Viernes 13 de diciembre en el Club Legrand.
En 2023, Femí lanzó «Cultura Famélica», un disco de larga duración que reúne 9 canciones que fusionan una amplia gama de influencias musicales, abarcando desde el jazz y el heavy metal hasta los dorados años del hip hop y la música de los 90.
El álbum «Cultura Famélica» es más que un simple título; es una obra rica en diversidad artística que incorpora elementos de humor y referencias a bandas icónicas como Beastie Boys y Aerosmith, así como a artistas locales como Pity Álvarez.
Dentro de las 9 pistas que componen el disco, destaca «Fantino», una canción que explora la dualidad entre la risa y la angustia, inspirándose en el famoso conductor televisivo. Por otro lado, «Criatura Feral» cuenta con la colaboración del humorista Martín Garabal, quien añade su toque cómico a la pieza. También se encuentra Chabón Naturaleza, una versión poco convencional de un clásico del legendario Nat King Cole, y Rándom, que se erige como la canción más crítica del álbum, donde Femí se atreve a cuestionar los mandatos de la industria y la vida contemporánea.
En la antesala de su llegada a Córdoba, tuvimos la oportunidad de conversar con Femí sobre «Cultura Famélica» y su conexión especial con la ciudad.
O.c: Luego de 6 años, vuelves a Córdoba con Cultura Famélica bajo el brazo. ¿Cómo estás preparando el show y qué nos podes adelantar de lo que veremos el 13?
Femi: Estamos súper contentos de ir a Córdoba porque allí vivieron distintas etapas del proyecto. Recuerdo que fuimos a tocar al bar El Mentidero, un lugar hermoso, y hasta me acuerdo de lo que comimos ese día. En ese momento, el proyecto era muy incipiente, muy bebé; éramos una compu, mi pareja con una guitarra y yo. Volver a Córdoba ahora con un disco, con una formación distinta y un show súper laburado, con una dirección musical del carajo, me pone muy contenta y refleja una evolución. Espero no tardar tanto tiempo en volver a Córdoba; espero que el año que viene haya también alguna que otra visita más. Es una emoción muy grande y un crecimiento muy significativo también.
O.c: Hay que destacar que Cultura Famélica cumplió un año en noviembre. ¿Cómo lo ves hoy, con un camino ya recorrido? Me imagino que también te deben haber llegado comentarios sobre el disco.
Femi: Súper contenta de que el disco cumpla un año, porque fue un bebé muy buscado. Nos costó mucho llegar a ese primer disco; fue un proceso de muchos años. Ahora estoy con un segundo disco entre manos, que honestamente ha sido mucho más natural, mucho más breve y mucho más accidental. Cultura Famélica fue algo que costó mucho encontrar el camino que nos condujera hacia el primer disco, que para mí debía tener muchas condiciones. Quería que fuera un disco genuino, en el que realmente me pudiera ver reflejada como artista. Mi trabajo previo fue con mucho amor también, pero creo que todavía no estaba muy segura de cuál era la identidad musical del proyecto.
Creo que el primer disco es una gran carta de presentación y habla de una vocación muy rockera y versátil. Sin embargo, creo que quedó muy establecido el sentido del humor, la irreverencia, e incluso la sonoridad de las guitarras, que siento que es muy consustancial a mi identidad como artista y como oyente de música también.
O.c: Muchas de tus letras tienen presente el humor de alguna manera… ¿Qué tan importante crees que es el humor hoy en la sociedad en la que vivimos?
Femi: Creo que el sentido del humor también es una forma de procesar contextos y realidades. Siento que vivir mucho y experimentar cosas difíciles, particularmente, hace que el sentido del humor aflore, porque es una forma de supervivencia. Por eso creo que en Argentina, en general, somos gente muy graciosa; somos un pueblo con mucho sentido del humor, porque también somos un pueblo muy sufrido. Así que, siendo una escritora y una artista argentina, es imposible escaparle a esa veta que creo que todos tenemos un poco como sociedad y como manera de procesar.
O.c: El disco es medio complicado de encasillar, ya que tiene tintes rockeros, pero también guarda algo de hip hop en algunos momentos. ¿Cómo lo definirías?
Femi: El disco es bastante ecléctico y versátil. Creo que está muy arraigado a ciertos géneros musicales como el rock, el new metal y el grunge. Tiene un montón de vertientes, incluyendo jazz y también hip hop, en realidad un poco de trip hop, porque hay algunos temas inspirados en Portishead. Se nutrió de muchas cosas, especialmente de músicas de los noventa, que es una reminiscencia específica de este disco. A mí me encantaba la música de esa época, como Beck.
Crecí escuchando un montón de cosas distintas; el disco tiene mucho de Limp Bizkit, de hecho, tiene muchos samples y cosas escondidas. También tiene mucho de Nirvana y de distintas influencias que me enamoraron de la música en ese momento.
O.c: Hay una canción que me llamó mucho la atención, que es «Fantino», en la que usás frases del periodista, pero también un poema de «Reír Llorando», que si no me equivoco es de Juan Dios Peza. ¿Cómo surge la canción?
Femi: «Fantino» fue la primera o segunda canción que hicimos con Ferla, el productor y baterista de Silvestre y La Naranja. Sentimos que habíamos encontrado la naturaleza que iba a tener el disco, porque creo que es la que más revela su carácter. Tiene esa cosa medio irreverente, un poco graciosa, con mucho corazón y sentido del humor, pero también es sensible y muy humana.
Elegimos «Fantino» como corte del disco porque creemos que es el máximo exponente de lo que se trata el álbum. Es su carta de presentación y el tema que más lo define, que más lo formó y que más sentimos que reflejaba algo genuino cuando nos juntamos a componer.
Además, es un tema que marcó los inicios de producción de quien es hoy mi guitarrista y bajista, Ezequiel Arias, que tiene también otras formaciones. Él es quien muchas veces aporta la parte metalera al equipo, pero en esta canción empezó a sumarse como productor y no solo como músico sesionista, lo que marcó una distinción muy grande respecto al resto de las canciones.
O.c: «Doleras» tiene un fragmento de un poema de tu papá. ¿Cuál es la relación tuya y de tu familia con la poesía?
Femi: «Dolerá» incluye un fragmento de unos poemas que encontré después de que mi papá falleciera. Son poemas muy extraños y difíciles de decodificar, al menos para mí. Me hace gracia porque siempre me dicen que escribo de manera complicada, y si ven de dónde vengo, es casi imposible desentrañar de qué se tratan esos poemas. Sin embargo, hubo uno que me pareció muy hermoso, y tenía muchas ganas de que esa canción, que está muy relacionada con la despedida, el luto y la tristeza de un papá que ya no está, incluyera un poco del arte que él había dejado.
Creo que esto también se relaciona con el concepto visual del álbum, que habla de tomar cosas que quizás quedan abandonadas o tiradas y hacerlas parte de otra cosa. En general, trato de hacer eso: es como una suerte de resignificación, de reciclar cosas que a veces quedan olvidadas. Me gusta integrarlas en algo nuevo y que las cosas vayan dialogando.
Por todas esas razones, me encantó incluir ese fragmento del poema. Sentí que algo que había quedado en el olvido, en una computadora que quizás nunca más se prenda, ahora es parte de una canción que suena hoy en día. Y quizás, algún día, esa canción será parte de otra cosa más. Eso también es una forma de continuar con la vida de alguien, de que su obra persista incluso después de que la persona ya no esté y siga formando parte de otras cosas.
O.c: Esa canción me hizo pensar en lo importante que es llorar, mostrar de alguna manera que uno está de luto y no estar siempre poniéndole buena onda y humor a la vida. Algo que va en contramano a lo que se ve en las redes, donde todo lo que se muestra es amor y alegría la mayoría de las veces. Punto de vista que también se relaciona, si se quiere, con «Random». ¿Cómo crees que el hecho de mostrar nuestras emociones más profundas, como el llanto y el luto, puede impactar nuestra salud mental en un mundo donde predominan las imágenes de felicidad y alegría en las redes sociales?
Femi: Esta parte de la importancia de llorar es algo que quizás no soy la más indicada para abordar, porque a mí me cuesta mucho. Soy una persona que se escuda en el sentido del humor para evitar esa parte más sensible, que siento que, curiosamente, es la que más despierta empatía y sentimientos de protección en los demás.
Con el tiempo, me he dado cuenta de que mostrar esa sensibilidad no solo busca evocar empatía o una necesidad de protección, sino que también permite al otro mostrarse. Hay algo en la música y en cualquier tipo de arte que a veces le pone nombre a lo que sentimos, ayudando a que los demás también puedan expresar lo que no están pudiendo decir. Creo que tiene un efecto casi de maléutica, de dar a luz lo que el otro lleva dentro, y eso se convierte en un acto más colectivo.
Por eso, al compartir mi vulnerabilidad, me siento menos expuesta y menos «boluda». Es importante reconocer esto, y me ayuda a verlo de otra manera. Sin embargo, es un proceso y un ejercicio mostrar esa vulnerabilidad, y definitivamente me cuesta.
O.c: En «911» mencionás momentos de celebración y diversión, pero también hacés alusión a situaciones más oscuras («nunca están cuando esta mierda quema»). ¿Cómo equilibrás estos dos aspectos en tu vida y en tu música?
Femi: «911» tiene esa dualidad. Es una canción bastante narrativa que captura una noche llena de diversión y descontrol, con momentos muy marcados entre la euforia y el amor. La letra surgió de manera natural, pero al analizarla después, me doy cuenta de que refleja ese lado B de las relaciones que a veces tenemos.
A menudo, uno tiene compañeros de andanzas que cree que son amigos, pero en realidad son solo eso: compañeros de fiesta. Son personas que uno ve en la noche y que están ahí para divertirse, pero que no necesariamente están presentes en otros momentos más profundos. A veces se les llama «amigos del campeón», aquellos que están cuando todo va bien, pero que no siempre están para lo que realmente importa.
Creo que es importante mostrar que quienes están ahí para la diversión muchas veces no están disponibles para otras cosas. Echar luz sobre esta realidad es fundamental, ya que no se trata solo de vender la parte divertida de las noches de fiesta y drogas en las canciones. Hay una complejidad en esas relaciones que merece ser reconocida y explorada.
O.c: «Random» es un tema muy bardero, muy Beastie Boys de la vieja escuela, si se quiere. ¿Cómo nace la canción?
Femi: Uno de mis temas favoritos, y por eso siempre lo usamos como intro cuando salimos a tocar, es «Random». Me encanta por la línea de bajo increíble que tiene. Siento que me recuerda a muchos temas hermosos y legendarios de mi adolescencia, esos que solía incluir en mis compilados y CDs de música. Es música perfecta para salir a patear en la nieve, porque esa fue la época en la que me enamoré de este estilo musical, cuando iba a la escuela con mi discman, escuchando música mientras caminaba por la nieve.
Este tema surgió de una nueva faceta de mi amigo Ezequiel, quien es músico, guitarrista y en ese entonces productor. Estábamos muy entusiasmados creando música, y él me mandó ese riff que me volvió completamente loca. Curiosamente, fue el último tema que entró al disco, casi por la puerta de atrás, pero terminó siendo el que abre el disco y nuestros shows.
Para mí, «Random» tiene esa naturaleza de ser la antesala de algo grande que está por explotar. Es como una sensación de comienzo de película. No sé cómo explicarlo, pero es un tema ideal para irse a las piñas, y por eso lo elegimos como el abridor.
O.c: «Chabón Naturaleza» es un tema de jazz clásico llevado al español con una letra más barrial, podríamos decir. ¿Cuál es tu relación con el jazz y por qué elegiste esa canción?
El jazz siempre me acomapaño porque fue la cortina musical de todas las series que amé. Siento una conexión realmente hermosa con ese género; es la música que más feliz me hace escuchar y cantar. En ese contexto, uno de los productores del disco, Pablo Bursztyn, tuvo la idea de que hiciéramos una reversión de un tema, y yo me súper prendí fuego con la propuesta. La energía y la libertad que transmite el jazz me inspiran, y poder reinterpretarlo fue una experiencia increíble.
O.c: En «Cuervos» cantás «para poder vivir hay que pagar primero», lo que sugiere una crítica a las dinámicas de la vida moderna. ¿Crees que estamos en un mundo donde hay que pagar algunos derechos primero para poder vivir? Me suena un poco caótico esa postura, pero también realista.
Femi: Cuervos es quizás la canción más crítica del disco y la más ácida. Habla mucho de cómo funcionamos alrededor del dinero y cómo el dinero opera sobre los artistas y la industria. De alguna manera esa frase tiene varios sentidos y uno tiene que ver con que para llegar a una cierta tranquilidad hay un costo, porque para todo lo hay. También tiene que ver como con cumplir un cierto castigo para ganarte algo.
O.c: Para terminar, jugando un poco con el nombre del disco «Cultura Famélica», ¿hoy hambre de qué tiene Femi y a qué le gustaría cantarle para comérselo en rimas y letras?
Femi: hoy mi mayor deseo es poder salir a girar y conectar con la gente que escucha la música. Tengo un segundo disco en fila para salir pero siento que el estudio y el sacar música es solo una condición para hacer un show. Lo que más me divierte es ir a pasar una noche de ritual con las personas que conectan con la música, es como un exorcismo colectivo. Así que mi ambición es poder salir a tocar cada vez más.