“Crisis, Negación, Enojo, Depresión, Aceptación y Aprendizaje”. A partir de esos conceptos, ELNUEVEONCE define el concepto de Amuletos, el disco que será presentado el viernes en el Teatro Vorterix en el marco del festival a beneficio que los tendrá como headliners, junto a bandas como el Sullivan, Pazto, En La Verdad y ANTI.
“Ya pensar en preparar un show para un disco tan ecléctico y con tantos matices, representa un desafío particular. En lo personal, los juegos de voces que quedaron en el disco me obligan a exigirme y eso implica mucho laburo. Pero la verdad es que lo estamos disfrutando mucho al proceso de volver a las tablas. Más allá de que ya habíamos tocado en Vorterix, habíamos tocado muy poco. Estamos preparando algunas canciones con invitados que por el momento no te puedo decir quiénes son, pero que van a ser muy importantes”, dice a Otra Canción Nazareno Gomez Antolini, en la previa al encuentro que por estas horas los tiene abocados a la organización y el trabajo colectivo que precede a cada una de sus actividades realizadas desde el universo de la producción independiente.
Nazareno Gomez Antolini (ex Deny), Gonzalo Gallo (Siamés), Nikko Taranto (ex Infierno 18) y Franco Barroso (Parteplaneta) formaron ELNUEVOONCE en 2019. Todos se conocían de escucharse y cruzarse en conciertos y detrás de escena. Según cuentan, a la decisión de reunirse le siguió el desafío de conocerse. A la larga, “las horas culo” fueron conformando una amistad en la que el cuarteto se reconoce en la actualidad. La banda se fundó, grabaron un single (Krudo) y sobrevino la pandemia.
“Cada uno de nosotros venía de experiencias distintas y con mañas particulares. Tenemos distintas formas de componer, de trabajar las canciones, de encarar la obra en general. Lo que la pandemia puso en cuestión, entonces, fue el cómo hacer para pensar un lenguaje nuevo de trabajo mientras nos estábamos conociendo. Al principio fue difícil porque en algunas cosas somos vieja escuela, queremos ensayar, queremos que las cosas fluyan a partir del toque y el encuentro, y esas cosas no se podían hacer durante la pandemia. Sobre todo en la primera etapa, cuando se empezó a aflojar un poco la cosa nos empezamos a juntar en un estudio y ahí la cosa comenzó a fluir. Pero, como la mayoría de los músicos, tuvimos que acostumbrarnos a componer a distancia y a trabajar de un modo al que no estábamos acostumbrados. De todos modos, creo que eso también tuvo plus. Creo que quienes pudieron dar a luz un proceso creativo en ese tiempo salieron con cosas muy copadas, porque eso es producto de la persistencia y de avanzar a pesar de los contextos adversos”, afirma Nazareno.
Amuletos está co-producido por la banda junto a Luciano Tano Farelli y el mastering de Diego Warrior. El concepto del disco se desarrolla sobre las etapas del duelo. “Durante la pandemia todos perdimos algo. Ya sea algún vínculo, alguna personas que quisimos mucho, algún trabajo, alguna actividad cotidiana, entre toras cosas. Nos acostumbramos a ver de lejos a nuestros familiares y también fuimos adaptándonos a nuestro tiempo en el encierro. Amuletos se trata de eso, de la forma en que nos aferramos a las cosas y a las personas en un tiempo de pérdidas”, señalan.
Pese a haber editado un tema, que pudo ser presentado en vivo mucho tiempo después, ELNUEVEONCE se paró ante el desafío de lanzar un disco debut, con todo lo que eso implica para la vida de cualquier grupo alrededor del mundo. Así, fueron encontrando, poco a poco, el concepto de la banda. “El desafío fue encontrar un punto medio que nos identificara y nos contenga a todos”, cuenta Nazareno. Obviamente también hubo un trabajo de escucha, de puesta en común donde fueron apareciendo los sonidos de new metal, hardcore, rock más clásico y punk que se escuchan en el sonido definitivo de la banda. “Fuimos confiando en el proceso y viendo cómo salían las cosas. Hubo mucha confianza en el ensayo y en el encuentro con estas canciones. Un disco debut, en ese sentido, siempre es un desafío porque es el que deja el puntapié inicial para pensar cuál es tu identidad como banda. Es una declaración muy fuerte y yo siento que los cuatro estamos extremadamente conformes”, asegura Gomez Antolini.
-Hablas del trabajo y la identidad de la banda y me gustaría preguntarte por el presente del género, sobre todo teniendo en cuenta las preferencia actuales de las generaciones más jóvenes. ¿Cómo ves la movida del trap y la música urbana?
-Yo me crié mucho con el new metal de los 2000 y entonces encuentro una parte que me gusta mucho, sobre todo lo que tiene que ver con el rap. Lo que sucede es que no es una música con la que yo me sienta identificado, quizás por las letras, el contenido, y otras cuestiones que quizás tengan que ver con lo generacional. Pero lo he escuchado a Duki decir que él se crió con Linkin Park, y capaz que eso hace que nos hacen compartir cosas. Ahora, lo que yo siento es que, como contraposición a lo que pasa hoy con el trap, va a haber una generación de pibas y pibes que van a querer más rock. Yo siento que hay una necesidad de eso, de rock, de metal, y por eso no creo que estemos hablando de algo que muere, sino de algo que se reinventa. Pero para reinventarse no podemos quedarnos en las formas de siempre. Y no hablo de la música solamente, hablo de los formatos, de la manera en que le llegas a la gente, en el pensar el mejor espectáculo posible y ponerse el desafío de llegar a las nuevas generaciones. Por otro lado, pienso que tenemos que aprender del trap todo lo que tiene que ver con el trabajo colaborativo y horizontalizado. Los guachines hacen todo el tiempo feat entre ellos, todos comparten producción, eventos, fechas y quizás en el metal y el rock eso sigue siendo algo no tan común. Hay como un recelo, que tal vez viene más de antaño, que creo que hay que modificar. Yo creo que el metal tiene que ir por todos los barrios y todas las provincias. Alguna vez se hizo, hay que retomarlo.
-El festival será a beneficio de Amigues por las Calles. Contame un poco de eso.
–Amigues por las Calles es una organización que surgió en Caballito y que trabaja con personas que están en situaciones de vulnerabilidad social. Ellos cocinan para un montón de gente en toda la ciudad, ofrecen mate, café, jugo, objetos de higiene personal y un montón de acciones que ayudan a que toda la gente pueda vivir en condiciones dignas. Pero también desarrollan talleres de lectura, roperos comunitarios, talleres de ajedrez y esas iniciativas que van mucho más allá. Creo que tenemos que ayudar a que esas cosas se sigan haciendo. Nosotros hacemos lo que nos gusta y si vamos a hacer un show, podemos ayudar a este tipo de organizaciones que realmente la reman todos los días para ayudar a la gente. Y nos gusta hacerlo con aquellos que son más chicos y que por ahí no tienen el financiamiento que suelen tener otras ONGs que por ahí son más conocidas.
*La foto de portada es de Diego Triplab