«Mis héroes están muertos y no creo que nadie los pueda reemplazar«, dice NIKKÖ en una las frases más contundentes de Jugo, el primer adelanto de su disco Maniki, en el que apunta de lleno a un mundo lleno de “humo”, marcado por una superficialidad ante la que la artista decide revelarse y gritar.
Luego del El Nuevo Planeta (2020) su primer disco en el inauguró una estética definida por ella misma como «emo-pop», NIKKÖ decide dejar a un costado aquel cierto aire melancólico para pasar a la acción con una estética general que la ubica en el universo más oscuro del post punk. Así será su nuevo disco en el que, según anticipa, “las letras viajan por estados de ánimo muy border, utilizando poesía un tanto violenta pero a su vez, fotográficamente hermosa”.
Bermudas, blazers negros, lentes de sol, pelos engominados, una banda tocando en una pileta vacía y una cantante con gestos de soberbia y desilusión, son la cara de este nuevo adelanto y videoclip. Es así como NIKKÖ también relaciona su música y arte, con la indumentaria. Fábrica de Inmortales, es un su emprendimiento visual en donde plasma sentimientos, arte plástico, poesía y low fashion.
NIKKÖ considera que para encarar cualquier aspecto de la vida se necesita observar el costado bello que tiene la oscuridad. En el 2020 lanzó su álbum debut producido por El Tano Farelli, que tuvo una muy buena repercusión de la prensa especializada. Durante el 2021 se juntó con Jerónimo Samper para componer y producir Maniki, que saldrá a la luz en este 2022, presentando una nueva faceta de la artista apuntado a un sonido clásico post punk y dark.