Kevin Johansen «El argentino convierte en algo propio lo que consume»

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Kevin Johansen vuelve a los escenario después de un año y lo hará por primera vez en Córdoba. La cita es el Viernes 11 de marzo a las 22 en Quality Espacio.

En está oportunidad el músico argentino nacido en Alaska regresa a la docta para repasar sus grandes éxitos y dos singles The Availables 20’s y Todo esto.

Availables 20’s es un llamado al baile como expresión de protesta, con una fuerte influencia del foxtrot, género musical que predominó durante los año locos; mientras que Todo esto es un «Blues-Zamba» en el que participa David Lebón.

A poco de su desembarco en Córdoba, el cancionista nos cuenta cómo pasó la pandemia, el disco pronto a grabar, su visión sobre los nuevos géneros musicales y la importancia del baile:

O.C: ¿Cómo te estás preparando para los escenarios?
k.J:
Con alegría y con ganas. Los que estamos acostumbrados a compartir con el público estamos con síndrome de abstinencia. Como siempre digo,  no seremos trabajadores esenciales, pero sí presenciales. Es algo que extrañamos mucho, siempre lo hablo con los The Nada. Yo tuve la posibilidad de ir a Montevideo y Punta Ballena, compartír escenario con mi compañero Paulino Moska, pero es la primera vez que voy a estar con The Nada desde que empezó todo esto.

O.C: El arte es esencial, aunque muchas veces se lo deje de lado.
K.J:
Si, por supuesto. La gente se alimenta del arte y te mejora la calidad de vida. No es algo material, pero sí es esencial. Hay mucha discusión alrededor. Creo que lo importante volver a conectar con el público. Ustedes tienen ese ritual de compartir el calor y el fervor que extrañamos. Estoy feliz que Córdoba sea el lugar elegido para tocar de nuevo con los The Nada.

O.C: El 2020 fue un año complicado para los muchos músicos pero también fue un año para repensarse.
K.J:
A nivel creativo estuvo buenísimo. Salieron cosas muy lindas. Saqué varios videos como los The Available 20’s que fue en mayo pasado. Después tuve el placer de sacar Todo esto, un blues samba en el que participa el maestro David Lebón. También fueron saliendo cosas muy lindas que me dieron ganas de grabarlas y finiquitar un disco en el que obviamente tendrán participación algunas de las canciones que fui sacando. Ahora estoy con ganas de tocar, vamos hacer Córdoba, Rosario y el Gran Rex. En Mayo vamos a España si el tema del covicho lo permite.

O.C: ¿El disco se va a llamar No está todo escrito?
K.J:
Es una de las posibilidades. Viene de la idea “está todo escrito” y yo siempre digo que no, porque los contextos cambian. Por más que vos estés influido por sonidos y música de antes,  le vas a poner tu propia impronta. Además, lo que te rodea es otro ambiente.  No era lo mismo los años 70, 90, 2000 y ahora el 2021. Lo que nos rodea son otras cosas; y otra pandemia.

O.C: El single The Available 20’s  invita a bailar pero como una forma de protesta…
K.J:
Hace 100 años cuando estaban los 20 años locos, estaba prohibido el alcohol en Estados Unidos, pero había mucha libertad, mucho jolgorio porque había terminado la primera guerra y todavía no se veía venir la segunda.  La gente estaba de joda, había guita y laburo. Todo fue antes de la gran crisis económica del 29. Los bailes estaban en boga, en Argentina se bailaba tango, en Estados Unidos foxtrot. El cuerpo es nuestro primer instrumento, por eso admiro mucho a los bailarines, es el primer instrumento donde nos movemos con la música. Con el baile manifestamos libertad y yo quise remarcar ese aspecto del baile.

O.C: Contame de la canción con David.
K.J: A David lo conozco hace mucho años, es un grosso. Tiene, como dice la famosa frase, la «humildad de los grandes». Es un tipo muy a tierra aunque también tiene un lado super volado. Yo soy muy parecido a él. La canción estilisticamente es un blues y como el trajo de Estados Unidos el blues y soul blanco de Estados Unidos , me pareció la oportunidad para hacer algo juntos.

O.C: Si revisamos un poco la discografía te gusta indagar por distintos géneros como el folk, samba, bossa, etc. ¿Por qué lado va a ir este nuevo disco?
K.J:
La verdad es que sigo sorprendiéndome y riéndome de mí mismo porque me gusta de todo. El lindo problema que tengo es que me gustan muchos géneros diversos. De repente tengo algo más folklórico, algo en inglés, después puedo salir con algo más tanguero, jazzero o rockero. Yo sigo aprendiendo y siento que soy un alumno eterno de la canción.

O.C: A eso tenés que agregarle el ejercicio de trabajar con la palabra.
K.J:
El ejercicio de trabajar con la palabra, sea el género que sea,  es un ejercicio que te alimenta. Te hace trabajar el bocho y  las sonoridades de las palabras que es a lo que nos dedicamos los cancionistas. En el caso del rap es la ritma, el ritmo y un montón de cosas que están buenísimas. Es un ejercicio cerebral alucinante lograr que tenga sentido. Decir algo  importante para mí es fundamental.

O.C: En la canción La gente más linda te animas a rapear. ¿Te animarías hacer un tema más ligado a lo urbano o al trap?
K.J:
Podría decirte haría un disco donde todo sea urbano, pero no me sale.  No me salen diez temas urbanos, me puede salir uno medio keviniano urbano. El trap es un género super interesante. Yo tengo un hijo de trece años que rapea y aprendo mucho de él.

O.C: Tú último disco Algo Ritmos (2019) habla un poco del cambio de paradigma en las relaciones, el amor y la tecnología. La pandemia trajo de nuevo un nuevo cambio nos ayudó de alguna manera acerarnos más…?
K.J:
Por ahí inconscientemente venía venir la conexión virtual, al ponerle Algo Ritmo, estoy hablando un poco del signo de los tiempos a mi manera y viendo un poco la que se viene. Por supuesto está teñida por lo que nos rodea y esa suerte de gran hermano que es Spotify, Instagram o Twitter que decide que si vos seguís tal cosa entonces te va a a gustar tal otra. Es como un Dios que está decidiendo que te gusta. Es interesante cuando uno trata de pintar su tiempo, porque a veces logras trascenderlo. Puede suceder que después digas «mirá esto escribió en tal tiempo y después paso esto». Yo creo que  los cancionistas queremos desafiar el tiempo y tenemos la fantasía que nuestras canciones marquen un momento, pero a la vez sean atemporales.

O.C: En Pobre millonario hablas de cómo podemos encerrarnos en nuestra casa sin darnos cuenta que estamos construyendo un muro. ¿En la pandemia crees que se dio algo de eso?
K.J: Totalmente. Lo de Pobre millonario es una metáfora pero todos tenemos algo de eso. Nos quedamos en una zona supuestamente de confort y nos vamos encerrando en nuestras manías, en nuestros prejuicios y  hacemos un muro propio. Nos quedamos encerrados en nuestra neurosis, en la locura personal y no le damos un changüí al mundo exterior que nos puede alimentar para ser mejores. Un poco de eso habla el tema aunque está dedicado a Donald Trump porque me parece el mejor ejemplo de pobre millonario.

O.C: Durante la cuarentena hiciste 4 shows, canciones propias, canciones propias en español, canciones propias en inglés y latinoamericanas.
K.J:
Como digo siempre soy un cover lover. Me encantan los covers porque uno aprende mucho con canciones de otros.  Yo aprendo sacando el tema de Creedence o Violeta Parra. Después tenes el trabajo de ponerle tu propia impronta y de alguna forma hacerlo propia.  Muchas veces a una canción que me gusta le cambio el ritmo, para demostrar que una canción sobrevive a cualquier género.  

O.C: Hablando un poco sobre los distintos géneros. Argentina parece estar en algún punto a la vanguardia por lo menos dentro de Latinoamérica.
K.J
La Argentina siempre tuvo mucha admiración desde otros países de Latinoamérica. Siempre nos aprecian como músicos, escritores, actores… El artista argentino es muy respetado por Latinoamérica. Yo creo que hay un elemento a favor que es lo que yo llamo»el síndrome del culo del mundo» y nosotros lo tenemos. Nuestros abuelos se sentían muy lejos de Europa, Estados Unidos, de todo lo que acontecía culturalmente en el mundo occidental judeocristiano. Es como dijo Fito una vez “tenemos ventaja porque escuchamos a Piazzolla pero también Thelonious Sphere Monk. Conocemos nuestra música de vanguardia y a la vez somos tan curiosos y estamos en el culo del mundo. En ese sentido el argentino es muy permeable que convierte en algo propio lo que consume.  Creo que esa es la riqueza del músico argentino.

O.C: También estamos en una generación donde algunos artistas rescatan géneros antiguos como el bolero. Un ejemplo son Natalia Lafourcade y Mon Laferte.
K.J:
Siempre conocer de dónde vienen los géneros es importante.  Yo opino que una buena canción siempre es nueva,  porque yo puedo escuchar mil veces una buena porque no puedo creer como la produjeron, la letra que tiene. Eso te pasa con el bolero, y la bossa nova que armónicamente te abren el mundo. Creo que es muy importante para la gente que está haciendo cosas modernas mirar  hacia atrás. Diste dos ejemplos de Mon Laferte y Natalia Lafourcade que tienen un alma retro. Son dos personas que miran mucho para atrás y a la vez le dan una vuelta de tuerca poniendo su propia impronta haciendo moderno con algo retro. Soy muy fan de hacer eso, de hecho Availabes 20’s tienen un poco de eso.

O.C: ¿Sos de hacer ese trabajo con tus canciones?
K.J:
Ahora se viene los 20 años del primer disco The Nada que tiene canciones como Guacamole,  M.c Guevara´s O Che Donald´s y el círculo me pongo a  pensar que estaría bueno reversionalos. También hemos hablado con los The Nada de hacer un disco aniversario y grabarlo con invitados. Esa idea está dando vueltas, algunas canciones las tengo tan metida  que en realidad tengo que revisar las que no toco tanto y a veces hasta reaprendérmelos porque me olvido como eran.

O.C: ¿Son esas canciones que le gustan al músico pero a veces no llegaron a tocar la fibra del público?
K.J: A
veces sucede que hay canciones que nunca fueron corte de difusión y de golpe la gente las quiere. Me sucedió con  El círculo o la Cumbiera intelectual, que nunca tuvieron difusión y la gente las pide.

O.C: Hablando de reversiones, me sucedió que El círculo dentro de tus discografía no la tenía muy presente, pero después la escuché en un disco de Georgina Hassan y me encantó.
K.J:
Eso es maravilloso, la posibilidad que interpreten tus canciones, que se las apropien es único. Gerogina le dio una vuelta de tuerca, la hizo más candombe rioplatense, ritmo que ya lo tenía la canción de modo sutil y ella lo a firmo. Georgina es una artista que quiero admiro. La música te da la posibilidad de desparramar semillas, algunas crecen y se convierten en árboles gigantes cobrando su propia vida.

O.C: ¿En está ocasión te acompañaran los mismos músicos de siempre?. Que por cierto a 100 años de Astor Piazzolla, tenés una leyenda como el zurdo en tus filas.
K.J:
El Zurdo justamente no va a poder estar porque fue invitado una de las noches al Colón por los homenajes a Astor. Está feliz de tocar ahí, pero también anda con un poco de bronca porque quería venir con nosotros. El Zurdo tiene 81 años y es una alegría tenerlo, aunque esta vez no será de la partida.  Pero voy con tres de los músicos  históricos The nada… En el país del cuarteto vamos a ir en formato cuarteto.

O.C: Déjame hacerte un pase de factura. Abordaste la cumbia pero no el cuarteto. Te falta eso.
k.J:
Es uno de los géneros que tengo pendiente. Es más una vez fuimos a escuchar La Mona, lo saludamos y le dijimos que no hacía falta que nos haga subir al escenario, solamente queríamos verlo. Al segundo tema estaba a los gritos Kevin subí  con tus músicos, terminamos improvisando anoche soñé contigo versión cuarteto.

O.C: No estaría mal pensar en un dueto Mona – Kevin.
K.J:
Suena bien, vamos a cranearlo.

O.C: Para terminar cómo será el show de Córdoba?
K.J:
Va ser un show muy relajado pero de fiesta. Para mi va ser una fiesta  volver a tocar con público en argentina. Voy a tocar lo que pidan aunque no esté en el repertorio, aunque sea un pedacito.

#Foto de portada: andy cherniavsky – Hilda Lizarazu