Balance: los diez mejores discos argentinos del 2020

Share on whatsapp
Share on facebook
Share on twitter
Share on telegram
Share on pinterest
Share on email

Ubicación en tiempo real – Barbi Recanati

El primer disco de Barbi Recanati se presenta como un diálogo perfecto entre el pasado y el futuro de la música en general y de la obra de la artista en cuestión. Es un debut en larga duración, antecedido por un puñado de singles y un EP lanzado en el 2018, que desanda sus sonidos entre aquellas influencias expuestas por su hacedora y los nuevos desafíos que vienen marcando su existencia de un tiempo a esta parte.

Ubicación en tiempo real salió editado por Goza Records, el sello que dirige, con la producción de Juan Manuel Segovia y Tomás Molina Lera y apareció apenas unas horas más tarde de que Alberto Fernández anunciara el aislamiento social, preventivo y obligatorio en todo el país. En el colmo de las casualidades, el material cuyo nombre surge de una función a partir de la cual usuarios de ambos lados de un teléfono pueden ubicarse espacialmente se metió en nuestras vidas en el preciso instante en que esa herramienta dejaba de tener sentido, al menos por un tiempo en el que todos, todas y todes debimos quedarnos en casa.

Paranoia Pop – Bandalos Chinos

Paranoia Pop es el disco de la consagración definitiva de Bandalos Chinos, que se había convertido en una banda de multitudes con su atenrior trabajo, BACH (2018). Ya en canciones que fueron cumpliendo el papel de “adelantos” se dejaba espiar un estilo que pendulaba entre la agitación pop y el intimismo reflexivo, entre la banda de estadios y la pista de baile, entre la lírica de historias simples y el lúdico manejo de la ironía y la metáfora que denuncia. Con el disco completo girando, todo eso se profundiza agregando nuevos aspectos a la complejidad de un trabajo que seduce por su desafiante amplitud estilística.

Paseando musicalmente por las referencias pop más importantes de las últimas cinco décadas del país y del mundo, repartiéndolas y poniéndolas con maestría al servicio de su obra, Paranoia Pop logra dar el paso siguiente en la historia de la banda surgida del porteño barrio de Beccar. Un paso que, en realidad, es otro gran salto al futuro.

Un punto extra para la presentación del disco, con un musical que rankea alto a la hora de enumerar las mejores cosas que vimos durante la cuarentena.

La conquista del espacio – Fito Páez

Otro gran año para el rosarino, de esos que de tanto en tanto lo ponen en el centro de la escena, un lugar que sabe ocupar con maestría. Arrancó con actuaciones majestuosas en escenarios ubicados a los extremos de los desafíos generacionales: primera vez en el Festival de Folklore de Cosquín y primera vez en el Buena Vibra. Una síntesis de lo iba a venir, cuando Fito primerió con el primer streaming de la pandemia que le impedió presentar su disco en el Hipódromo de Rosario.

Grabado en Capitol Studios, de Los Ángeles, el disco cuenta con un seleccionado de invitados e invitadas que van de Abe Laboriel, baterista de Paul McCartney, y la Orquesta Sinfónica de Nashville; hasta llegar a Lali, Ca7rie, Mala Fama, Mateo Sujatovich, Fran Saglietti, María Campos, Juanes y Guillermo Vadalá. Quizás allí hay otra síntesis perfecta para identificar el universo Páez, ese que puede convertirse en un factor de unidad generacional que sabe englobar detrás de los conceptos que mueven cada uno de sus proyectos. Esta vez, se dedicó a conquistar el espacio y lo hizo a través de nueva canciones que lo llevaron a ser protagonista de la noche de los Grammys latinos y de los Grammys mundiales, que se entregan en 2021.

Es un disco que, como todos los discos de Fito, invita a ser escuchado con atención. Con letras profundas e historias que van de la cítica social más nítida al replanteo existencial más profundo. En el medio, el rock, la alianza indestructible con la canción pop más taquillera y fusión con la cumbia, con el funk, y la pizca tanguera que distingue a Páez. El detalle, en La canción de las bestias, una de esas composiciones fuera de serie, fuera de agenda y fuera de época, destinadas a la inmortalidad.

Terso – Vera

Enorme y auspicioso debut de Vera Spinetta. Original y arriesgada, a lo largo de los 26 minutos que dura el disco, Vera se mueve con la naturalidad propia de quien se sabe segura de sus verdades y sus sentires transformados en canción. Nada de pose, nada de cosas forzadas, nada de recetas.

Acompañada por el trabajo de Guido Moretti y Pablo Damián Bursztyn, la también actriz y poeta se monta en una base de beats que sostienen la estructura sobre la cual se construye la obra, sin dejar de lado los elementos orgánicos que terminan siendo fundamentales en la identidad final del trabajo. Entre ellos se eleva el acompañamiento de un piano, que no sólo acentúa los aspectos estéticos que hacen a Terso, sino que tiene un protagonismo central en la canción que nombra (y corona) el disco.

Telescopios – Telescopios

Que Telescopios haya decidido llamar a su cuarto disco con el nombre de la banda es toda una definición de principios. También de finales y de caminos recorridos. Al parecer, nunca se sintieron más a gusto con lo que están haciendo, con la forma en que están sonando y con la manera en que ese sonido se fue construyendo. Telescopios (el disco) es una constancia de identidad para el cuarteto cordobés que metió uno de los trabajos más destacados entre las novedades de la escena emergente del país, pensando en las formas para musicalizar la pandemia.

Las canciones que componen el material conjugan como nunca antes el vuelo psicodélico característico en “los tele” con los diversos universos que conviven en la actualidad de la música pop de nuestro país y el mundo.  Un disco que, en el medio de la pandemia, tuvo sus versiones caseras y un sensacional debut en el universo del remix para el cual el cuarteto de nutrió de la participación de un puñado de referentes de la electrónica cordobesa.

2030 – Louta

Un espejo retrovisor roto con un paisaje dejándose entrever en el horizonte que queda atrás pero se proyecta hacia adelante desde el nombre del disco. Un puñado de canciones con las patas en la realidad y el juego permanente de uno de los artistas más desafiantes del presente argentino.

Laburado a la distancia con Eduardo Cabra, “horas y horas escuchando música desde la computadora”, Louta solucionó con maestría el desafío que le imponía la necesidad de un trabajo a la altura de Enchastre, el disco con el que alcanzó la masividad.

Otra vez, con la canción como bandera y el escenario prohibido como emblema, el artista pendula ente el pop ochentoso, las pistas de baile, el trap y la canción de autor. El desamor, la soledad, la bronca retenida, la tristeza contenida y la convicción de ser protagonista de los tiempos que le tocan vivir en suerte conviven la propuesta del tercer disco de Louta, el material que lo confirma como uno de los grandes referentes de su generación.

El reflejo – Rayos Laser

En medio de un proceso en que la banda quedó al borde de la separación, los cordobeses se reencontraron y unieron fuerzas para despacharse con un disco que vuelve a poner a la canción por sobre cualquier otro recurso estilístico. Pop de guitarras al frente y canciones que desafían al desamor. Un puñado de letras y melodías que invitan a mirar para adelante, justamente cuando el mundo se dirime entre lo que fue y lo que puede llegar a ser, reinvención mediante.

Dos años después de Un regalo tuyo, el tercer disco del año 2018, Rayos Laser parece haber vuelto a aquella forma de trabajar con la que sacudieron de modo refrescante a la anquilosada escena de la música argentina de comienzos de la década de los 2010. Casi diez años después, la apuesta por un sonido orgánico y emocionalmente clásico se impone por sobre los que hasta hace poco parecían ser los cánones incuestionables de una época que todavía no sabemos si terminó o va cambiando de piel a la sombra del parate general de la música en vivo.

Postal – Valdes

Con la canción electropop como emblema, manteniendo el ADN bailable de la marca Valdes, pero también apostando a la incorporación de sonidos más orgánicos (y argentinamente más folklóricos) en el que aparecen guitarras españolas y vientos andinos, Postal es la síntesis perfecta del lustro de vida por el que la banda comienza a transitar por estas horas.

Postal crece por encima de aquellos tracks con los que Edu y Pancho invitaban a adentrarse al universo del disco ya desde finales del 2019. El disco va mucho más allá porque retoma las viejas apuestas del dúo y las afina, combinándolas de la mejor manera posible. Se trata de una producción que descubre las inquietudes de sus hacedores y las vuelca desprejuiciadamente al servicio de la creación y la originalidad. En definitiva, es el resultante de una idea que le corre el velo a la formas prefabricadas y le escapa a los movimientos lógicos. Lo nuevo que nunca muere y lo viejo en clave de renacimiento. 

El disco fue producido por la banda en colaboración con Mauro De Tomasso, y cuenta con algunos feats memorables. Chita suma su voz en Me quedo acá y el productor trapero Halpe participa en Sueño despierto. Además, se cuentan dos créditos mendocinos: el ya mencionado Juan Mango y el baterista de Usted Señálemelo, Lucca Beguerie. La mezcla estuvo a cargo de Rubén Ordóñez y salió publicado por Geiser Discos

Mi primer día Triste – Zoe Gotusso

Casi dos años después de haber lanzado sus primeras canciones en soledad, Zoe Gotusso presentó a finales del año Mi primer día triste, un disco que desde su propio nombre se asienta en el Río de Plata y se proyecta al universo de la canción hispanoparlante a partir de un pulido sello personal.

La impronta folk despojada de instrumentaciones pomposas que predomina en el disco traslada la escucha a aquellas primeras canciones del dúo compartido con quien aparece como coautor de un tercio de las canciones del trabajo. En el desandar creativo también se empiezan a sumar viejos compañeros como Diego Mema, Fran Saglietti Nico Landa, construyendo un concepto que se corona con la producción del uruguayo Juan Campodónico, uno de los artífices del proyecto Bajofondo.

Como si todo lo dicho no resultase suficiente, Gabriel Casacuberta, Martín Ibarburu, Nicolás Arnicho, Hugo Fattoruso, Javier Casalla, Julio Dominguez, Elizabeth Ridolfi, Karmen Rencar y Pablo Bonilla, se suman a los créditos que terminan de dar forma al disco con el que Gotusso se abre camino como una de las referencias más importantes de la canción rioplatense de la década que comienza.

Atrevido – Trueno

El disco del primer escándalo entre “puristas” y “renovadores”, durante la pandemia. Un lindo combo se hubiese armado si al “somos el nuevo Rock & Roll” de Trueno y Wos se le hubiese sumado la disputa de sentidos que empujó el Rompan Todo de Netflix, pero son discusiones diferentes.  

En lo concreto, Trueno lanzó su primer disco y revolucionó el ambiente de la música nacional de la mano de Taiu Y Tatool y un puñado de feats que se convirtieron en las grabaciones más importantes del 2020. Mamichula, la canción que lo une a Nicki Nicole y a Bizzarap, se convirtió en el tema más escuchado del año con 142 millones de reproducciones en Spotify y cerca de 225 millones en YouTube.

Trueno salta del mundo freestyle y empieza sumergirse en el universo de la canción propiamente dicho con fuerte anclaje en esa formación hiphopera y rapera que conjuga con ritmos latinos y el R&B. En las letras, Trueno desanda un mundo en el que convive con cientos de pibes y pibas que vibran a su lado porque caminan las mismas calles y empatizan con las mismas sensaciones. A la vez que también putean por las mismas razones y combaten, a su manera, contra los mismos fantasmas. Trueno entiende el juego y, de modo atrevido, se para sin ningún prurito como el referente más joven entre los que marcan el pulso de la música argentina contemporánea.