La decisión de Vera Spinetta de lanzar su primer disco con canciones propias es una de las grandes novedades del pandémico 2020. Sucede que Terso, su reciente opera prima, se compone de un puñado de frescas apuestas por una forma de hacer que sorprenden al escucha desde los primeros segundos y lo mantienen cautivo hasta los últimos acordes.
A lo largo de los 26 minutos que dura el disco, Vera se mueve con la naturalidad propia de quien se sabe segura de sus verdades y sus sentires transformados en canción. Acompañada por el trabajo de Guido Moretti y Pablo Damián Bursztyn, la también actriz y poeta se monta en una base de beats que sostienen la estructura sobre la cual se construye la obra, sin dejar de lado los elementos orgánicos que terminan siendo fundamentales en la identidad final del trabajo. Entre ellos se eleva el acompañamiento de un piano, que no sólo acentúa los aspectos estéticos que hacen a Terso, sino que tiene un protagonismo central en la canción que nombra (y corona) el disco. De hecho, a la hora de explicar el disco, Vera da cuenta de una primigenia intención electrónica que se cruzó con un comportamiento creativo que empujo canciones desde la guitarra y «ese» piano.
«El sonido desarma la complejidad del pensamiento” dice en Incesante, la canción que abre el disco, y esa parece ser una definición perfecta para pensar la manera en la que construye ese abrazo definitivo abrazo entre historias, armonías y melodías. “Lo principal es sentirlo”, dice la artista que también reconoce “estar escribiendo todo el tiempo” hasta llegar al concepto con el que la canción “termina cerrando«. «A veces las letras quieren decir una cosa, pero las melodías están diciendo otra, por lo que es un trabajo arduo poder encontrar esa síntesis, que a veces me ha llevado meses«, llegó a decir la propia artista al ser consultada respecto a la forma en la que se construyen sus canciones. Esa relación de respeto extremo por lo que se dice y por las formas en que esas cosas son enunciadas puede encontrar una antesala en Eclosión, su primer libro de poesías editado a finales del 2019.
Una última consideración sobre los universos que Terso invita a recorrer está íntimamente relacionada con la vida personal de Vera, que fue madre por segunda vez apenas unos días antes que la publicación del disco. Más allá del tema directamente dedicado a la espera de su hijo Azul (Blu), la propuesta en clave electropop intimista que coqueta con elemento del jazz está atravesada por ese sentimiento personalísimo en el que conviven la espera (Iman), el encuentro (Infatuación), la mirada sobre el propio ser (Terso) y un cierto halo de nostalgia dulce (Ave anexa) en pos de la construcción de un mundo mejor, en el que valga la pena seguir compartiendo.