Como en toda etapa particular en la vida de las personas, el aislamiento traerá balances que estarán cruzados profundamente por las experiencias individuales, más allá de las realidades colectivas naturalmente golpeadas por los distanciamientos obligados y sus consecuencias sociales y económicas. Cuando ese momento llegué para Caro Merlo, la concreción o no de sus presagios emergiendo en medio de la pandemia jugarán un papel determinante.
“Yo creo que van a surgir muchas canciones”, asegura mientras busca las palabras para intentar amigarse con una etapa de su vida en la que emociones surgieron y se entremezclaron en formato de trobellino.
Hace cerca de un mes, Fly fly Caroline lanzó La noche, una canción que parece un tema amasado con telón de fondo pandémico pero que en realidad tiene cerca de cuatro años, en tiempo bien distintos. ¿Será que necesitamos leer todo lo que nos pasa en clave de cuarentena? Quizás, sea ese el destino de todas las obras, que se escapan de las manos de sus hacedores y se reinterpretan libremente desde el cristal filtrado de cada uno de los auditorios que le tocan en suerte.
Al conversar con Otra Canción, Caro advierte sobre su brutal sinceridad. No va a mandar mensajes impostados y va a cantar la posta para describir una sensación que a muches les generará una identifcación inmediata: “Al principio la pasé muy mal. Ya de por si antes de la pandemia yo tenía crisis existenciales muy seguidas y ahora imagínate”. Se ríe y ese siempre en un buen augurio. “Lo bueno es que pude seguir trabajando de manera online y eso me dio la oportunidad para repensarme y buscar soluciones para todo ello me ha llevado a estar bastante ocupada. A la vez meter el freno de esta manera me llevó a poder ver muchas cosas que ya no quiero hacer y cómo quiero hacerle frente a otras. Ni hablar de que también atravesar momentos difíciles es en algún punto inspirador, yo creo que van a salir muchas canciones de este momento”, asegura.
O.C: El año pasado estuvieron de gira por México. Este año debutaron en Cosquín Rock. Imagino que los presagios para este 2020, como los de casi todo el mundo, tenían horizontes más felices que esta realidad en la que nos toca vivir. ¿En qué momento estaba la banda?
C.M: Absurdamente yo siento que en algún punto nos vino bien. El resto de la banda quizás piense muy diferente. Pero estos últimos años fueron muy agotadores, en lo que respecta a sostener un proyecto independiente y haber sobrevivido a la situación económica, social y cultural de los últimos 4 años fue una locura. Estábamos a punto de tener un año muy movido, con varias presentaciones importantes y…
O.C: ¿Y qué?
C.M: Y etcétera. Etcétera, etcétera, etcétera, etcétera.
O.C: Si bien resulta posible englobar a Fly Fly Caroline dentro del universo amplio de la música pop, el estilo de la banda profundiza un costado experimental que no resulta tan “familiar” al masivo que consume música en la actualidad. O al menos se diferencia bastante de la estética predominante. Sin embargo, la banda logra afianzarse y supo construir un nombre con peso propio en la escena cordobesa. ¿Cómo se sienten ustedes en ese contexto?
C.M: Es una pregunta muy difícil de responder, o por lo menos de entrada, incómoda. Nos pasan dos cosas, por un lado cada vez que recordamos cuántas cosas hicimos, cuántas presentaciones, viajes, viajecitos, experimentos, propuestas, música, nos damos cuenta de que la construcción del nombre de Fly Fly Caroline era más o menos inevitable debido a la cantidad de horas y alma que le hemos puesto al proyecto. Particularmente me enorgullece que haya un mínimo reconocimiento a eso. Por otro lado, la verdad no nos terminamos de sentir cómodes en el entorno, y yo nunca sentí que hubiera una escena. Es algo que me parece bastante forzado, sabiendo encima que en Córdoba he conocido a les artistas más talentoses y creatives, creo que en una ciudad tan “chica” como esta se generan unas dualidades que a mi parecer no están buenas. A veces pareciera que si no haces exactamente esto o exactamente lo otro estás destinada a conformarte con bastante poco. En fin, por momentos me parece bastante hipócrita.
O.C: ¿Dónde ves esa dualidad?
C.M: La dualidad sería que con mucho esfuerzo podes llegar a producir y ser coherente con los que artísticamente sentís, pero eso no te garantiza que exista una escena que, dentro de lo que hacemos, nos retroalimente. Nosotros sentimos eso. Todes nos apreciamos y respetamos pero los desarrollos no son en términos de escenas, sino más individuales. Para mi una escena lo es en términos de cantidad de público, propuestas artísticas y también valores que apunten a construcciones colectivas.
O.C: “¿Cómo esperar a que pase la tormenta si yo soy la que está provocando el viento?” dice La noche en el instante mismo en que todo comienza. ¿Qué tan introspectiva y que tan generacional esa esa afirmación que esconde la pregunta? ¿Cómo ves el presente?
C.M: Por un lado, veo el presente como una farsa que no puede sostenerse mucho tiempo más, donde seguimos haciendo cosas y cosas que no tienen ningún sentido. Pero, por otro lado, me gusta pensar que podemos elegir la perspectiva con la que miramos la vida y pasarla un poco mejor, y si no tiene sentido, bueno quizás sea liberador. En ese nivel de introspección se inscribe la frase, en el plantearse y saberse causante de los movimientos de la vida de une, y hacerse cargo de eso.
O.C: ¿Cómo te imaginas saliendo de esto? ¿Qué perspectivas tenés
respecto a la vuelta a la actividad?
C.M: No me imagino mucho la verdad, me he propuesto construir sobre bases que
pienso van a ser más estables durante un tiempo y observar atentamente a ver
que pasa. Es difícil también la sensación de que podés estar durmiendo en los
laureles, pero lo más preciso que encuentro es seguir laburando las cosas que
hay que laburar para cuando sea el momento de volver a la cancha estar
preparada.
O.C: ¿Cómo sigue el 2020 con la banda? ¿Cuáles son los planes? Con las salvedades del caso.
C.M: La banda está en un momento hermoso que creo que no se hubiese dado sin los acontecimientos que estamos viviendo. Por primera vez siento que nos alcanza una madurez para terminar de consolidar un equipo de trabajo y estamos en eso. Como algo concreto, vamos a sacar nuevo material audiovisual. Ahí vemos.