Ubicación en tiempo real es el nombre del disco que Barbi Recanati lanzó hace poco menos de un mes. Editado por Goza Records, el sello que dirige, con la producción de Juan Manuel Segovia y Tomás Molina Lera, su álbum solista aparece como uno de los primeros discos de rock argentino lanzado en tiempos cuarentena. Es decir, apenas horas más tarde de que Alberto Fernández anunciara el aislamiento social, preventivo y obligatorio en todo el país.
En el colmo de las casualidades, el material cuyo nombre surge de una función a partir de la cual usuarios de ambos lados de un teléfono pueden ubicarse espacialmente se mete en nuestras vidas en el preciso instante en que esa herramienta deja de tener sentido, al menos por un tiempo en el que todos, todas y todes deberemos quedarnos en casa. Tema para una nota al pie.
El primer disco de Barbi Recanati se presenta como un diálogo perfecto entre el pasado y el futuro de la música en general y de la obra de la artista en cuestión. Es un debut en larga duración (antecedido por un puñado de singles y un EP lanzado en el 2018), esta formateado para ser lanzado en vinilo y desanda sus sonidos entre aquellas influencias expuestas por su hacedora y los nuevos desafíos que vienen marcando su existencia de un tiempo a esta parte.
Hay allí un trabajo sonoro que la aleja de su experiencia como cabeza de la banda Utopians y una vuelta a sus escuchas formativas, que ella misma puso de manifiesto en el podcast Mostras del Rock. A través de las siete canciones del disco, las guitarras y los sonidos orgánicos de la formación de rock más clásico se conjugan con los colchones sonoros que fueron marcando los nuevos caminos de Barbi a partir de su trabajo a la par de Lux Raptor, una parte fundamental en el proceso creativo que derivó en Ubicación en tiempo real.
En el repertorio se destacan dos baladas de aires tan dulces como melancólicos que, incluso, por momentos corren a Recanati del perfil rockero con el que se la suele identificar desde el imaginario promedio. Los días que no estás y Para darte se presentan en continuado formando un dueto de baladas imbatibles en un repertorio marcado por una estética un poco más rabiosa. La primera de esas canciones cuenta con la participación de la única invitada del LP, Paula Trama. El resultado del encuentro con la poeta cantante de Los Besos es uno de los puntos más altos del disco en donde lo atmosférico se vuelve hipnótico y la canción termina por abrazar al escucha a partir de una conjugación de voces que pocos podíamos imaginar en la previa. Por prejuicio estético más que por cualquier otra cosa.
Es precisamente la ruptura de todas esas miradas previas lo que Barbi empuja a través de su primer repertorio como solista. Más liberada de la etapa que la antecedió como artista, desde el contundente Los demás con el que el álbum se abre a la vida, hasta el explosivo cierre con Al fin, pasando por los anticipatorios Que no, En la frente y ¿Qué le ves?, Recanati se despacha con disco enérgico y sagaz. Tan franco como su portada y tan interpelador y desafiante como su protagonista.