Conociendo Rusia es la última novedad en la vida de Mateo «El Ruso» Sujatovich. Acaba de editar su disco debut que fue grabado y producido por Nicolas Btesh y Juan Armani en estudio El Mar y también en el Club Atlético Sujatovich, donde padre (Leo Sujatovich) e hijo dicen “jugar a la música” mientras producen distintos trabajos musicales para televisión y publicidad. La banda que lo acompaña en vivo y en estudio se completa con Nicolás Btesh en synths y programaciones, Guille Salort en baterías y Fran Azora en el piano.
El material fue presentado oficialmente en mayo con un concierto en La Tangente (C.A.B.A.), es un trabajo de alta factura desde lo compositivo y lo sonoro y aporta nuevas melodías a la escena independiente del rock argentino que se inscribe en la mejor tradición de la canción pop de nuestro país. El sábado 14 de julio llega a Club Paraguay para presentarse junto a los medocinos de Mi Amigo Invencible en una nueva edición del ciclo de conciertos de La Nueva Generación.
Otra Canción: Contame como surge la necesidad de encarar un proyecto propio como Conociendo Rusia
Mateo Sujatovich: Conociendo Rusia nace en julio de 2017 por una inmensa necesidad de traducir muchas emociones en un disco y en un proyecto. Siempre quise tener un proyecto que le de sentido a los días.
O.C: Conviven en el disco una serie de elementos muy propios de la última generación de músicos ligados de una forma u otra a la escena del amplio abanico que llamamos «Rock Argentino». Por un lado la apuesta a la canción y por otro el pulso pop que convida al movimiento y al baile. ¿Hay una apuesta para ir a ese lugar? ¿Sos un tipo que compone con la idea de dejar plasmado un ideario generacional desde lo artístico?
M.S: Compongo con total ingenuidad. No le pido nada a la canción. Solo intento terminarlas y después poder grabarlas del mejor modo para que lo que se escuche refleje el mensaje del tema.
O.C: ¿Es el amor y su antítesis la mejor forma de hablar de lo que pasa en otros aspectos de la vida?
M.S: Todos amamos en algún momento. A todos nos dejaron y todos dejamos a alguien. Y a veces no entendemos nada. Creo que no hay ningún modo mejor ni peor de expresar lo que a cada uno le pasa. Cada uno vibra donde puede.
O.C: ¿Es Conociendo Rusia, efectivamente, un diario de viaje hacia tu propia historia?
M.S: Conociendo Rusia es mi compromiso para conectar con lo que me pasa a mí, al país, a mis amigos y a mi familia. Es un relato de los días pasados y de los que vienen.
O.C:¿Cuánto tiene que ver el Club Atlético Sujatovich en el perfil Conociendo Rusia?
M.S: El Club Atlético Sujatovich es el lugar donde juego a la música. Mi viejo me comparte ese espacio y lo disfrutamos juntos y separados. Mi familia está repleta de músicos y todos me han influenciado mucho.
O.C: Creo haber presenciado la siguiente escena. Festival La Nueva Generación en la Plaza de la Música en Córdoba, minutos antes de la actuación de Louta, un grupo de cordobeses se te acerca para felicitarte por tu laburo y te pregunta cuándo vas a venir a tocar. También te advierten sobre la idea de «hacer una vaca» para ir a verte al show en La Tangente. ¿Qué te pasa cuando suceden esas cosas?
M.S: Agradezco mucho cuando alguien se me acerca a decirme algo sobre el disco. Algún comentario sobre una canción o un simple “me gusto mucho el disco”. Es un mimo enorme y, a la vez, una gran sorpresa.
O.C: ¿De quién fue la idea del formato en que se subió el disco a YouTube?
M.S: La idea de video de YouTube salió en una conversación con mi manager, Elvis, donde pensamos en hacer algo distinto para YouTube. Y se me ocurrió hacer una “foto en vivo”. Fueron 25 minutos rarísimos mirando a un mismo punto. Muy divertido
O.C: ¿Cómo venís mostrando el disco y con qué expectativa llegas a Córdoba?
M.S: Amo ir a Córdoba. Tengo muchos amigos allá y hay una escena musical muy jugosa.
Con la banda tenemos muchísima expectativa. Seguro la vamos a pasar muy bien. Participar del Festival La Nueva Generación es formar parte de la historia actual del rock nacional y eso es muy emotivo. Vamos a compartir la noche con Mi amigo invencible, lo cual es un terrible gustazo.