Dueños del Stock editó su primer disco 

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Las ocho canciones están disponibles desde el mes pasado desde las plataformas digitales. En Otra Canción, hablamos con Gabriel Jol. Procesos y sensaciones de esta primer foto de una de las grandes bandas del under cordobés.

Que Córdoba es un terreno fértil para las expresiones artísticas que llegan desde todos los puntos cardinales del país, no es novedad. Se ha dicho, se dice y se dirá. Todos los integrantes de Dueños del Stock son oriundos de San Salvador de Jujuy. «No es algo que pactamos ni siquiera nos pareció importante que lo seamos, pero como muchos saben y la gente del norte suele tener un círculo medio cerrado de amigos y siempre se mantienen fiel a eso, eso empezó a cobrar importancia para muchos» dice Gabriel, la voz principal de la banda que desde hace unos meses tiene su material disponible para escuchar en diferentes plataformas digitales. «Nos conocemos desde chicos, de vernos en los recitales de las pocas bandas que llegaban allá, de las plazas de distintos barrios, cuando nos juntamos a patinar y andar en bici. Cargamos juntos todo ese paisaje y todos esos sonidos«. Ese universo que se asienta en las realidades generacionales y en las culturas aprehendidas en el trajinar urbano, no se aleja ni olvida las tradiciones ancestrales sino que las suma para concretar un sonido crudo y propio, con aires de bandera. De esas que se plantan y se defienden transpirando.

Otra Canción: Hay un momento en el que toda la identidad se explicita. Es en la intro del tema «13 versículos», donde puntualmente se escucha el relato de un gol de Mario Lobo, el mitico delantero de Gimnasia y Esgrima de Jujuy. 
Gabriel Jol: Si, en muchas partes de diferentes temas tenemos recortes de lo que se escucha en lo que es masomenos una vida semi – urbana, vidas de ciudades del interior, sea Córdoba o Jujuy.

O.C: Para los que no los conocen (o para los que desconocemos la historia) ¿Por qué «Dueños del Stock»?
G.J: Dueños del stock surge por un simple juego de palabras, quizá nuestro quizá no. Simplemente salió hablando con Nico y Cala y dijimos «Ok. Somos Dueños del stock».

O.C:  En estos días vienen de compartir con Santiago Motorizado. Hay mucho en el sonido laburado por El Mató que se me aparece todo el tiempo mientras escucho el disco. ¿Lo reconocen como una influencia de la generación de músicos de la que son parte?
G.J: El Mato a un policía motorizado es contemporáneo a nosotros. Yo cuando lo escuché a Santiago me gustó mucho la simpleza de sus letras y tengo algo de eso, pero estamos influenciados por una escuela más viejita que ellos, y muy ecléctica entre cada uno de nosotros.

O.C: Algunos temas del disco tienen unos arreglos de voces y coros que le dan un color distinto al resto. En «Hoy» se nota por ejemplo. ¿Eso surge de ustedes, del propio tema o lo apareció cuando trasladaron el trabajo en el estudio?
G.J: Al principio fuimos armando los temas como se daban, no los pensamos. A partir de eso los fuimos trabajando mucho. Durante meses explotamos la prueba y el error en el estudio, trabajando el algo tan fácil y tan difícil como es crear, rearmar y sumar, sin forzar ni perder identidad.

O.C:  Les produjo el disco Tati Falco ¿Por qué lo eligieron a él y cómo fue el laburo?
G.J: Me parece que el Tati en realidad fue el que nos eligió a nosotros. El es un gran productor, nos ayudó mucho a encaminarnos armónicamente, y creemos que tuvimos mucha suerte de ser su última banda argentina en producir. Porque después se fue a Europa.

O.C: «No somos» el tema que arranca el disco es un tema de desamor que en una parte dice «Quiero ser más humilde, quiero ir más lento«. Hay como una historia que se dispara a lo largo de todas las canciones que deriva en el último tema que dice «A toda velocidad, me escapo dentro de mí» ¿Hay conciencia en la aceleración? ¿Cuánto tiene que ver eso con las distancias (otro elemento que aparece en todo el disco) y con Córdoba?
G.J: Todas nuestras canciones son historias de amor, desamor, cariño y esperanza,historias que nos pasaron en primera persona o algún amigo del barrio. Solo podemos hablar de lo que sabemos, no tenemos mística, no somos estrellas ni queremos serlo y cuando salimos al escenario, nos gusta sentir lo mismo que sentíamos cuando estábamos en el pogo, para nosotros es importante eso.

O.C: ¿Cuáles son las sensaciones con el disco ya sonando en las redes y las plataformas desde las cuales suena?
G.J: Desde hace unos días nos pueden encontrar el Spotify, las plataformas virtuales son importantes, nos dieron la oportunidad de surgir de la nada y largar con todo, eso y la movida y aguante única que tiene Córdoba, capital y provincia. Escuchar el disco terminado no tiene comparación, es una mezcla de alegría y orgullo de haber logrado justo lo que queríamos, estamos felices.

*La foto de portada es de Simon Templar