Che Ciruja presenta su disco en Casa Babylon.
Las metáforas de los tiempos suelen tomar estados distintivos. Los universos plausibles de ser escenificados van modificándose no sólo dependiendo del cristal desde el cuál se los observa sino también de los modos que se eligen para representarlos. Una inundación es una situación jodida, cualquiera sea el tipo de abordaje que se elija para analizarla. Pero también es cierto que la confianza en que el agua bajará persiste en el horizonte del pensamiento de quienes eligen obsesionarse con la reconstrucción posterior. Los Che Ciruja acaban de pararse en medio del estadío del caos para dar rienda suelta al camino que se reconoce con los remos en las manos y la mirada fija en los tiempos por venir. Tarde o temprano, ahí se ponen la meta para una nueva largada.
Otra Canción: ¿Por qué eligieron la figura de la inundación para trazar el concepto de las canciones que forman parte del disco?
Agustín Lasa: El concepto tiene que ver con sensación, con el sentir algo parecido a la asfixia, el agua al cuello. Creo que las nueve canciones están cruzadas por eso, los protagonistas experimentan esas sensaciones. Algunas no fueron escritas con esa idea, pero se acoplaron al concepto cuando el disco terminó de tomar esa forma. Por una lado teníamos ganas de que el disco tuviese un concepto claro que lo cruzara de principio a fin, un hilo, una idea y, por otro, también queríamos dar cuenta de la forma en que vemos nuestro entorno. El proceso de pre-producción de este disco arrancó a principios del 2016 que era un momento en que ya se vislumbraba cómo iban a ser las formas de este nuevo gobierno que no son muy distintas a las formas que se imponen a nivel mundial. Hay muchas formas de expresarlo, nosotros nos imaginamos una ciudad rodeada de agua.
O.C: No hay dudas que si uno escucha «Hombres empapados en un país embarrado. Sitiado. Prohibido y negado» y busca traspolar eso a los estados que el disco propone, hay una idea. Ahora bien, hacia el final aparecen el sol y los superhéroes (los buenos hombres) y la inundación se evapora. Podríamos decir que hay esperanza.
A.L: Definitivamente sí. Los personajes de nuestro mundo imaginario se van superponiendo con sensaciones propias de alguien que está sobreviviendo en un sitio inundado pero al final es cierto que aparece el sol. Pero la evaporaión final no es real, es una sensación, una forma de decir “hasta acá llegamos”. El disco arranca con una sensación de enojo, “El Temporal” es un tema de alguien que está sintiendo fuerte lo que le toca vivir y se manifiesta en consecuencia, en “La inundación” termina por aceptarlo, por comprender que “estas son las reglas del juego”. No hay que enojarse, pero tampoco hay que hacerse el boludo y pensar que no pasa nada. Cada uno de nosotros tiene que poner lo que tiene que poner para ir torciendo la situación que nos toca vivir hasta poder cambiarla.
O.C: En “Anestesiado” sugerís que acabaron las canciones y que no hay más ilusión. Sin embargo, no deja de ser un disco en el que la canción se impone. ¿Cómo juegan esas dos realidades que, en apariencia, se contraponen?
A.L: El personaje siente que no hay escapatoria, que no hay solución. Pero claramente es el discurso de ese personaje y ese momento del disco. Él cree que no hay salida pero sin embargo las canciones se imponen y termina saliendo el sol y nos damos cuenta de que la salida no es creer que no hay salida sino buscar la forma de saber sobrellevarlo y hacernos cargo de lo que uno piensa y tiene ganas de decir.
O.C: El disco es bien roquero pero hay una serie de elementos identitarios muy argentinos. “El temporal” es una chacarera y “Del otro lado de la sombra”, un tango, por nombrarte dos ejemplos. Hay una cumbia también. ¿Cuánto de eso es producto de una formación de escucha que se cruza en la composición y cuánto una decisión estética?
A.L: No fue una decisión estética el meter estilos en el disco. Independientemente de la base, siempre nos paseamos por muchos estilos. Creo que la formación actual de la banda nos da esas facilidades para tener un fondo mas roquero. El folclore, el tango y la cumbia forman parte de los universos que nos empapan. Escuchamos de todo y eso se cuela. No hubo una decisión sino que se dio de esa manera. Creo que todo pasó más por una idea más poética que dio nacimiento a todo, lo musical luego fue tomando forma. «Cómo brilla el sol» es una cumbia y no podía ser un tango, por ejemplo que suena mucho más agresivo, como «Del otro lado de la sombra».
O.C: El disco tiene un sonido más compacto que aquel grabado hace ya cuatro años. ¿Cuánto tiene que ver eso con los cambios en la formación y qué crees que tiene de potencial el laburo con tus compañeros actuales para el desarrollo estético de Che Ciruja?
A.L: Son varias cosas. Hay una maduración individual lógica pero también una que se da como banda. Me parece que el primer disco fue como juntar las cosas que veníamos haciendo, las canciones que venían sonando y darles un concepto de unidad. En este segundo pasó diferente. Se buscó un concepto, se tomaron las canciones y se compuso lo que hacia falta componer a tal fin. Pasamos mucho tiempo laburando en la sala en pos del disco, hay un proceso diferente desde el vamos. A nivel técnico también hay decisiones distinta, fuimos a grabar a Desdémona porque sabíamos cómo trabajaban los Bergallo y fuimos decidiendo qué poner y cómo debía sonar cada canción. La formación también es fundamental porque es la que termina definiendo esta sensación compacta que da el disco. Hace dos años que venimos juntos pero, a la vez, hay un crecimiento individual en el que los desarrollos están más claros lo que hace que cada uno sepa qué busca y qué puede aportar.
O.C: A “El cielo en tu cabeza” le sobrevino “La inundación” ¿Compones mirando para arriba?
A.L: Ojo que hay una particularidad en «Los inundados», hay canciones que son creación exclusiva de Maxi (Sanchez, el baterista del grupo). El concepto, la idea del mundo imaginario en que se desarrolla el disco es producto de su cabeza. Se abre un poco más la cancha y se piensa de otra manera. Todo es parte de un proceso de la banda, yo no dudo de que hay una secuencia que traza la historia de Che Ciruja. En «El cielo en tu cabeza» hay una visión más existencialista y personalista del asunto y este segundo material fue pensado de un modo más plural y colectivo. En ese sentido creo que este disco tiene un color distinto por la forma en que fue creado. La mitad de las canciones son creación de Maxi, la otra mitad son mías y hay una novena canción, que es el tango, que es lo hicimos con Ambar Alonso. Son varias ideas que terminan cerrando en una idea que desembocan en un disco que tiene un color diferente.
O.C: El jueves a las 21.30 todo esto se va a poder experimentar en Casa Babylón ¿Cómo viene eso?
A.L: Va a ser un festejo, una celebración en familia. Se han ido sumando amigos a lo largo de toda esta preparación que serán de la partida el jueves y eso nos pone muy contentos. Nosotros nos propusimos presentar el disco de mejor modo posible. Queremos que sea impactante. Estamos muy entusiasmados con eso y por eso trabajamos en ese sentido. Las canciones están ahí y son las que llaman a la gente. Queremos que se encuentren con un show integral, con visuales e instalaciones para que los que vayan se sientan parte de este mundo inundado que propone el disco y lo celebren con nosotros.