Beresñak en el espejo

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Guillermo Beresñak edita su disco «Mucha Madera»

TAPA MUCHA MADERAUn primer plano reflejado. Un hombre mirándose a sí mismo a partir de una postura que ensaya un movimiento en el que parece buscar algo más de lo que el espejo devuelve de su propia imagen. La portada del nuevo disco de Guillermo Beresñak, puede insinuar dos características centrales del trabajo y de su personalidad como artista. La búsqueda y la inquietud.

Beresñak nuca ha parado. A lo largo de su carrera lo vimos producir, integrar proyectos colectivos, escribir para otros, grabar con Diego Maradona, consagrarse, girar sólo, girar con banda, girar con otros artistas, reiventarse todo el tiempo. Y en esa hiperactividad, parece que la historia debe analizarse desde la que parece su expresión más genuina y transparente: sus discos en soledad. Luego de una tortuosa ruptura con la multinacional que editó su disco más conocido hasta la actualidad («Sin moverse» del año 2011) Beresñak se convirtió en una especie de ejemplo de las limitaciones que un sello puede representar al desarrollo de un artista. Lo supo, regaló sus discos, giró por todos los escenarios que pudo y fue pariendo un conglomerado de canciones que confirmaban (a medida que ibas surgiendo) su impertinente perfil de compositor prolífico.

Este 2014, todos esos conceptos que se vienen macerando desde hace años vieron la luz con dos discos que no pueden comprenderse de modo aislado. «En la habitación de Mike» y «Mucha Madera». Otra vez la ruptura. El primero (cuyas canciones se compartieron vía redes sociales a mediados año) se conformó como una compilación de lados b de este segundo, que sale ahora. Aquel despojado, este frenético. Aquel en plan alter-ego, este en plan Beresñak protagónico.

«Mucha madera» se plantea como un disco anclado en «(…) en este mundo, en esta vida llena de Guillermos haciendo maquetas para cantar entre cómplices fugaces del azar (…)».  Beresñak plantea un trabajo en el que las tendencias musicales que le conocimos a partir de sus anteriores trabajos se profundizan con el matiz propio de un artista maduro y consciente de sus capacidades. La canción vuelve a tener un rol excluyente, las historias se entretejen en relatos en primera persona que van surfeando situaciones en lo que lo cotidiano se cruza con lo existencial y lo aparentemente nimio se expresa trascendental. El personaje que Beresñak parece buscar desde la portada se va descubriendo en las escenas del disco y se ayuda con un par de personajes que parecen ser construidos por el espejo que devuelve más de lo que uno busca en el reflejo.

Dueño de una carrera marcada por la hiperactividad y la ebullición creativa, Guillermo Beresñak anota uno de los puntos más interesantes del 2014, a partir de las 12 canciones que ya se pueden escuchar desde el espacio bandcamp oficial de Guillermo Beresñak y pronto tendrán su soporte físico. Producido en conjunto por el músico y Tweety Gonzalez, el disco vuelve a poner a Beresñak en un sitio privilegiado entre los compositores actuales.

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* La foto de portada es de Eduardo Saco 
** Las fotos del disco son de Luciano Furio