Lectores, fenicios y corresponsales espontáneos

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Los puntos destacados de una de los aspectos más ricos de la historia de la Expreso Imaginarios.

Uno de los aspectos siempre destacados en la historia de la Revista Expreso Imaginario fue el puente que se logró construir entre quienes estaban a cargo de la publicación y aquellos que la recibían en el proceso de lectura. A lo largo de la revista, hubo tres espacios en los que esa comunicación se explotó de un modo inédito hasta el momento. El Correo de Lectores, las corresponsalías espontáneas surgidas desde diferentes puntos del país y una sección que vio la luz a partir del número 14 llamado «El rincón de los fenicios». Este último, caracterizado por mensajes cortos, concretos y un alto contenido expresivo que se escondía detrás de pedidos, convocatorias y ofrecimientos varios.

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Primera aparición de «El Rincón de los fenicios». Septiembre de 1977.

«Recibir el fee back de los tipos que nos leían era muy fuerte. Saber que esa revista les servía para sentirse un poco menos solos, para sentirse comunicados con otros tipos que sentían o pensaban igual era algo fuerte. La dictadura destruyó los lazos de comunicación entre las personas. No podían andar más de tres personas por la calle. Era muy difícil crear lazos cuando cada uno estaba encerrado en su casa. Expreso Imaginario también sirvió para eso» dice Claudio Kleiman cuando elige esos puntos de contacto como uno de los aspectos centrales para destacar de la experiencia de la revista.

En el segundo número ya aparece una carta de Charly García. Es un saludo. Corto, cargado de afecto y dirigido casi personalmente a Pipo Lernoud y Jorge Pistocchi. Ese era el universo pequeño del rock por entonces. Unos meses después, ese lector se convertiría en tapa, aunque ya la mereciera en la previa al correo. Entre las cartas, iban a aparecer varios personajes que luego se convertirian en protagonistas. Una de ellas era Sandra Russo, otro Roberto Pettinato, haciéndose pasar por una tal Laura Ponte que con proclama feminista se iba a meter en el bolsillo a los integrantes de la revista que luego llegó a dirigir. El propio Pistocchi uso ese medio para expresarse luego de abandonar la dirección editorial.

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Charly García es uno de los primeros lectores que escribe en el segundo número de la Expreso Imaginario. Septiembre de 1976.

Era heavy leer las cartas. No era lo que hoy podemos encontrar en una revista teen. Todas las cartas contaban situaciones muy pesadas, principalmente cruzadas por la soledad y el aislamiento. Eran verdaderos gritos de socorro. La carta de Sandra Russo es emblemática” dice Martin Graziano, quien en su inestugación leyó todas y cada una de las participaciones de los lectores en la Expreso Imaginario. «¿Vos viste alguna vez una Expreso Imaginario en algún lado? Los que formaron parte de esa historia la atesoran. Tienen un lazo afectivo muy fuerte con esa revista» dice a Otra canción.

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Primera participación de Sandra Russo en el Correo de Lectores. Junio de 1977.

 

Primeras dos cartas de Laura Ponte (Roberto Pettinato). Septiembre 1977
Primeras dos cartas de Laura Ponte (Roberto Pettinato). Septiembre 1977

«Yo me encargaba del correo de lectores junto a Ana Rey» cuenta Pipo Lernoud. «Elegíamos las cartas y las contestábamos con la idea de desafiar al lector a que pensara más, no simplemente que nos dijera “Ay, que linda revista”. Incluso yo jugaba con el correo de lectores. He inventado un par de cartas para estimular la discusión. Cartas puteando a algo entonces todo el mundo escribía y respondía y se armaba un debate interesante. Era muy activo ese espacio que, incluso, motorizó la aparición de un montón de publicaciones subterráneas. Los lectores empezaron a hacer sus propias revistas. Ya había algunas hechas con mimeógrafos y formas de impresión caseras pero como nosotros comentábamos sobre todas las publicaciones que nos llegaban, se creó todo un movimiento en torno a eso».

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Pistocchi le escribe a Pipo Lernoud luego de abandonar la dirección editorial de la revista. Noviembre de 1979.

Las corresponsalías espontáneas merecerían otro espacio aparte para dar cuenta de la cantidad de periodistas de todo el país que surgieron a partir de esta potabilidad que el canal abierto por la Expreso Imaginario abría a quienes se contactaban con ellos desde diferentes lugares de la Argentina o quienes aprovechaban algún viaje o circunstancia para cronicar la experiencia. Los primeros corresponsales fueron Patricia Perea, Graciela Godoy y Pablo Steimberg (Córdoba) y Ricardo Oscar Teresse (Santa Fe), que desde el número 6 (el de la tapa de Piazzola) iban a comenzar a aparecer en el staff. Ocuparon ese lugar en soledad hasta que los corresponsales empezar a brotar desde todos los rincones. Uno de ellos se llama Rodolfo Paez, asomaba desde Rosario. Firmaba: Fito.

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Primera corresponsalía de Fito Paez. Dato para los corobeses, la primera nota firmada por Gabriel Ábalos. 

*La foto de portada es del archivo de Pipo Lernoud. Allí aparecen Sandra Russo, Patricia Perea y Umberto Sagramoso.