Cruz Hunkeler «Hay un montón de herederos de la cultura rock»

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El jueves 18 de febrero a las 20:30 en Club Paraguay, 1915 llega a Córdoba para presentar Los Años Futuros, uno de los discos más elogiados del 2020.

Al igual que sus discos anteriores, la banda oriunda de Buenos Aires conformada por Cruz Hunkeler (guitarra y voz), “Penzo” (teclados y synths), Jeremías Alegre (batería) y Alejo Freixas (bajo) busca unir lo vintage con lo moderno. A lo largo de las 8 canciones que componen el nuevo trabajo se puede encontrar una mezcla de sonoridades como el groove, el pop y el rock. Sus letras, tal como había sido en Bandera (2018) o Dual (2016), intentan reflejar la realidad que viven sus integrantes, esta vez más esperanzadora que en los discos anteriores resignificando la idea del «ídolo», que se corre de la noción de «intocable» para ser presentado como un simple ser humano más. Alguien a quien se admira por lo que hacen pero siempre teniendo en cuenta que son personas con virtudes y errores.

De esa y otras características de Los Años Futuros, hablamos con Cruz Hunkeler, cantante y compositor de una de las bandas más importantes de la escena emergente del rock hecho en nuestro país.

https://www.youtube.com/watch?v=zpjkKuhZDTg

Otra Canción: Vienen a presentar Los Años Futuros, y si bien las canciones estaban escritas de antes, el nombre toma otro significado si tenemos en cuenta en el momento que apareció, en medio de la pandemia.
Cruz Hunkeler:
Sí, tomó otro significado. Salió en mayo y, como decís, ya estaban compuesto de antes los temas. Pero es un disco que habla mucho de la unión y de cierta esperanza. La idea es mirar para el futuro con luz y ganas de cambiar las cosas. Creo que lo sacamos en el momento de cuarentena más dura y también representó eso para nosotros, un disco para ese momento. Por otro lado, la gente necesitaba verse contenida y mantenerse entretenida. Hay letras que parecen que hablan de la cuarentena como No les creo que dice «Estamos encerrados / Y abre la cicatriz / Canción para curarnos…», por ejemplo. Hay varias canciones que parecieran que fueron escritas durante la pandemia.

O.C: En Los Años Futuros, a diferencia de Dual, me parece dejan de ser solamente contestatarios o por lo menos lo son pero con una mirada  más positiva. Da la sensación que tira un mensaje de no fijarse lo que ya se hizo mal, sino de ver el futuro y tratar de estar mejor.
C.H:
Va por ese lado. Quizás Bandera tiene más canciones de protesta, tiene más bronca y enojos. Son sentimientos que a veces a uno le agarran.
Pero en este disco aunque hay letras más contestataria como No les creo pero en general va por el lado que vos decías.

O.C: Contanos un poco en qué momento salieron las canciones..
C.H:
Muchas de las letras las hice estando de viaje con un amigo. Por eso las canciones hablan mucho del exilio, del hogar. En ese contexto fueron compuestas las mayorías de los temas. No sé si fueron pensadas las letras, salieron así. No dijimos en este disco vamos hablar de tal cosa. Las canciones fueron apareciendo, después las juntamos y la identidad se fue creando sola.  Incluso después que largamos el disco nos dimos cuenta de su significado.

O.C: En lo sonoro parece que este disco tiene una mezcla de los dos discos anteriores. Por ahí los otros tenían un groove más marcado.
C.H:
No sé si tenemos un sonido propio, sí tenemos una forma de componer y también tiene que ver que me voy encontrando como cantante que antes no me ocurría. Ahora le doy más bola a eso. Pero en el tema del sonido, la producción estuvo a cargo de Guillermo Porro, que es un amigo nuestro y es un productor de la hostia. En eso fue muy fácil todo, íbamos a su casa en dos segundos se conectaba con lo que queríamos y salían ideas. Fue muy práctico y rápido si lo comparamos con los otros dos discos que hicimos. Seguramente sigamos cambiando el sonido, no tenemos una fórmula que repetimos. Cada disco es muy distinto al anterior. Esperemos que se mantenga así porque nos entretiene y divierte que sea así.

O.C: Pensando en esto de ir buscando nuevos sonidos. ¿Cómo se llevan con las etiquetas? Donde todo lo que no tiene un sonido de rock más clásico es indie o indie pop.
C.H:
Nosotros decimos que somos una banda de rock porque creo que lo somos. Lo indie en un momento lo consumí un montón como género musical, más allá de la etiqueta. Pero la verdad que ahora no me encuentro tanto en eso y lo que me pasa con el indie es justamente que no se sabe lo que es. Es una etiqueta que en el algún punto no significa nada porque no es un estilo musical. No significa que la banda sea independiente porque hay artistas indies que están firmados por discográficas. Esta como vacía de contenido la etiqueta en sí, no los proyectos que puedan categorizarse así. El rotulo en sí no significa nada. Prefiero decir que hacemos rock porque tiene otra carga, tiene como cierto ideal. El rock es otra cosa.

O.C: Habría que pensar el rock más allá del sonido sino como esa filosofía contestaría que alguna vez la tuvieron los grupos de la última mitad del siglo XX. Y que hoy creo que la tienen bandas como ustedes, Wos, Duki, Conociendo Rusia y Bandalos Chinos, en algún punto…
C.H:
Estoy completamente de acuerdo, es como la canción de Wos y Trueno que dice «Te guste o no te guste somo’ el nuevo rock and roll»  y se armó tremendo bardo diciendo los rockeros que era un sacrilegio. Para mí hay que aceptarlo. Además hay un montón de herederos de la cultura rock. Para mí, algunos traperos y proyectos de la índole del hip hop o trap llevan adentro suyo y en sus canciones la actitud del rock, esa filosofía rebelde que trata de romper con las cosas. Esa actitud hay que llevarla y creo que no va a morir. No creo que las cosas mueran así como así. Las culturas y los movimiento se van transformando y desencadenándose en cosas nuevas. Obviamente el rock tradicional probablemente desaparezca pero el rock es más que eso. No es solo una sonoridad, una forma de tocar los instrumentos, eso es lo más superficial.

O.C: En algunas canciones como No les creo y Los Años Futuros está presente el tema de los ídolos…
C.H:
Esas canciones hablan de humanizar a los ídolos, bajarlos a tierra. Habla de que no sean seres intocables sino humanos. Creo que son personas que nos pueden encantar lo que hacen pero sabiendo que tienen falencias y que son humanos. No está mal tener ídolos pero no hay que ponerlos en el pedestal  y aceptar la contradicciones que tienen como lo tenemos todos. A eso le sumo que el disco hace mucho hincapié en la fuerza colectiva y cuando se tiene un ídolo lo que se hace es individualizar esa fuerza en una sola persona. Para mí, lo real es lo colectivo. Por ahí muchas veces como excusa se toma a un referente pero lo real es lo que pasa entre muchas personas.

O.C: Pero pienso en los grupos de música donde gente siempre tiene uno de sus integrantes como «el ídolo» del grupo. Por más que trabajen puertas adentro en forma colectiva la gente tiende a seguir a uno de manera especial.
C.H:
No sé si se puede evitar eso porque siempre fue así. No me imagino que pueda dejar de ser así porque eso vende, utilizan la imagen individual de una persona para después encajarle alguna marca. Es un mercado que se genera y le sirve a un montón de gente. Simplemente creo que nosotros tratamos de mostrarnos de la forma más sincera que podemos y tratando de estar en contacto con la gente de la forma más natural posible.  Siempre tratamos de bajarnos a tierra entre todos. Igual siento que en esta generación ya no hay esa cosa del ego. Por lo menos en la mayoría de músicos y músicas que conocí son cero estrellas.

O.C Estamos ante una generación que tiene una fuerza colectiva, hay algo que los une más allá del estilo musical. Recuerdo festivales como La Nueva Generación con varios cruces en el escenario o músicos que tocaban en 4 bandas. Recuerdo ver músicos charlando y compartiendo algo en camarines, algunos viendo a otro colegas desde el público…
C.H:
Tiene que ver con una cuestión generacional e identitaria. Capaz antes si te gustaba Soda Stereo tenías tu grupo de pertenencia y si te gustaban «Los redondos» tenías otro. Era un proyecto o el otro. Tal vez eso definía tu personalidad. Ahora si te gusta uno puede gustarte todo porque todos se vinculan en algún punto. Ahora si conoces a 1915 conoces a El Zar o Bandalos Chinos o el que sea, se genera  algo compartido, la identidad tiene que ver con un grupo más grande que los proyectos, las artes y relaciones sociales.

O.C: En la canción Extranjero se meten con la migración. «Dicen se lo que te trajo hasta a mí, no fue el amor fue el veneno«. Recuerdo que un venezolano una vez me dijo que había venido a Argentina más que por amor por necesidad y por lo que se estaba viviendo en su país. Ahí aparece el veneno y no el amor…
C.H:
La verdad yo empecé escribiendo sobre el exilio pero no desde alguien que viene a la Argentina. Sino del exilio de tu lugar de pertenencia por sentirte extranjero, de sentirte ajeno a la ciudad donde vivís porque la vez cambiada, no te gusta lo que vez o lo que sea. Cuando hablamos con los directores del videoclip pensaron esa vuelta de tuerca más literal.  La situación no nos toca literalmente o sí porque muchos somos hijos de inmigrantes y de alguna forma nos llega. Cuando estuve en el viaje que te hablaba hace un rato había muchos inmigrantes y no me había pasado de ver tanto malestar o conflictos con los inmigrantes. Obviamente que acá también hay mucho malestar y discriminación con algunos extranjeros pero no en el círculo donde yo me manejo. Cuando estaba de viaje haciendo dedos los camioneros antes de que te subas al camión te preguntaban de donde eras, porque si eras venezolado o algún otro país no te subían.

O.C: Pero creo que hay una generación en argentina con otra conciencia…
C.H:
Sí, pero siempre hay una parte de la sociedad más progre que es consciente de esas cosas y una más conservadora que piensa totalmente distinto. Por suerte se va concientizando pero no dejo de existir, ni está cerca de dejar de existir la discriminación. Es algo  que creo que siempre va a existir.

O.C: Bandera, el disco del 2016, refleja un poco más la desilusión y el miedo de una época que por entonces casi que comenzaba. Un poco en contraposición a Los Años Futuros que como recién decíamos parece reflejar un tiempo mejor…
C.H:
Creo que nadie podría decir que estamos mejor. Vivimos una pandemia mundial, todas las economías del mundo están en crisis. Todo se está cayendo a pedazos, incluida la cultura. Es un momento histórico y de mucha fragilidad. No es comparable el momento porque paso algo demasiado groso como es una pandemia. En lo personal siento que las canciones que escribimos  son de una forma por cómo nos sentimos al momento de escribir. No es una descripción  acérrima de la realidad, puede no coincidir porque es simplemente una mirada y lo que uno decide exponer. Cuando sacamos Bandera yo tenía mucha más bronca, tengo una  abuela desaparecida y en esa época mi vieja empezó a escribir un libro sobre eso y yo me enteré de un montón de cosas de mi familia, la militancia tanto de mi abuelo como de ella. En ese marco, ver el retroceso constante en materia de derechos humanos que sentí del gobierno anterior me pegó distinto. Al igual que la represión hacia la gente, los desaparecidos en democracia. Todo era más violento, por eso era tan de protesta el disco. Era un momento de mucho enojo y terror.

O.C: ¿Cómo sigue el año para 1915?
C.H:
Es un año muy raro y probablemente lo siga siendo, igual que lo fue el anterior. Es muy difícil programar dónde tocar porque se está viviendo el día a día. Capaz empeora el estado sanitario de una provincia y no podes ir. Capaz se abre una provincia a la que podes ir, puede suceder que en vez de invitar 200 personas te dejen 300, o retroceda el protocolo. Son cosas que todo el tiempo están modificándose por como suceden las cosas. Lo que te puedo decir que tanto el año pasado como esté estamos laburando sin parar para poder hacerle frente e esta situación tan extraña que le está haciendo tanto mal a la música como a la cultura en general. Lo bueno que la cultura siempre va sobrevivir porque es inquebrantable en algún punto.

O.C: ¿Tenés alguna opinión sobre las habilitaciones que se hicieron a diferentes rubros mientras la cultura y sobre todo la música lo dejaron al último?
C.H:
Yo creo que se ha demostrado que cuando existe el protocolo la cultura es una de las industrias que menos dañinas son. Yo creo que se ha demostrado que se puede respetar el protocolo y disfrutar del arte porque también es importante. Me parece una locura que en algunas provincias o municipios amplíen el horario de los shoppings pero cierren los centros culturales. Hay una tendencia a menospreciar el arte y la cultura, pareciera que vale menos que ir a comprarse algo al shopping.

O.C: Para terminar ¿Cómo va ser el show en Córdoba?
C.H:
Seguramente tocaremos casi todo el disco Los Años Futuros que es lo que estamos presentando. Todavía estamos armando la lista peros si puedo garantizar que van a ver unos invitados cordobeses de lujo.