El regreso de Jaime Sin Tierra y el porqué de su importancia

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Parece que todo está en internet pero no es así. Hay como un bache histórico, como un agujero negro, en la era que precede Facebook y el dominio de Google. Hay que rastrear profundo para encontrar reseñas de algunas bandas que dejaron de existir antes de que estos gigantes acapararan todo. Es así que rastrear reviews de Jaime Sin Tierra es dificil, por lo cual es necesario contextualizar y explicar porqué su regreso es importante en esta coyuntura de nuevo auge de la movida indie.

Jaime Sin TIerra en vivo
Jaime Sin Tierra en vivo. Foto: Agustín Dusserre

La banda nació allá por 1996 en Capital, y editaron Caja Negra, su primer disco a través del sello Ultrapop en 1999. Cinco discos después, la banda que conformaron Nicolás y Sebastián Kramer, Juan Stewart y Javier Diz, comenzaba a hacer un fadeout que dio origen a nuevos proyectos por separado de sus integrantes (como El Robot bajo el agua, o el trabajo solista de Stewart, por ejemplo).

A comienzos de este nuevo milenio, la banda había conseguido ocupar un interesante lugar en una escena rockera, donde lo independiente era sinónimo de cosa épica y las empresas discográficas todavía eran omnipresentes y todopoderosas. Jaime Sin Tierra tenia muy buenas canciones de sonido pop rock. La banda logro evolucionar su sonido de rock guitarrero (predominante en esa época) hacia guitarras de sonoridades atmosféricas con tintes espaciales. Casi en consonancia del post 2001 y el episodio Cromañon, la banda comienza a dejar los escenarios. Una escena indie muy movediza comenzaba a dejarle lugar a cancionistas y cantautores de tinte rockero, que tenían como hilo de continuidad a la canción como bandera. Apresuradamente y sin mucha alharaca podríamos asegurar que proyectos como Jaime Sin Tierra junto a Suárez o Prietto viaja al cosmos con Mariano, por ejemplo, allanaron el camino para la aparición de bandas como El Mató a un policía motorizado, que a su vez prepararon el terreno para la escena indie actual.

Casi 14 años fuera de los escenarios, el año pasado la banda decidió volver al ruedo y el sábado 25 de agosto vuelven a Córdoba para presentarse en Club Paraguay. «Habíamos quedado amigos, de hecho colaboramos entre nosotros en los distintos proyectos que surgieron después y con el tiempo nos comenzaron a hacer propuestas como Jaime Sin Tierra, nos preguntaban por qué no tocábamos y después de ver el cariño de mucha gente hizo que un día nos juntemos a ensayar a ver que onda», dice Sebastián Kramer y agrega: «De ahí nos juntamos en silencio, nos reencontramos con las canciones y dijimos: ‘bueno toquemos’. Sin pensarlo demasiado volvimos y acá estamos».

O.C.: ¿Es un regreso tranqui o podemos esperar nuevas canciones de Jaime Sin Tierra?
S.K.: Por ahora no abrimos el juego a hacer nuevas canciones, ni a probar nuevas cosas. Todavía estamos con mucho laburo y con el placer de redescubrir las canciones viejas. Sabemos que esto no va a durar mucho, así que ahí veremos en cuanto nos cansamos y veremos si seguimos, tendrá que ser con la excusa de alguna música nueva, pero por ahora no tenemos nada planeado.

O.C.: Pasaron casi 15 años de cierre de la primera etapa de Jaime, los tiempos han cambiado, ahora es streaming y el comportamiento de los públicos han cambiado, ¿Cómo ven eso?
S.K.: Es muy vertiginoso todo. Nosotros somos de otra época. Somos de la época en que había que volantear a otros recitales o rezar para salir en el diario, porque era muy incipiente lo de internet. Hoy internet es una herramienta genial, porque el contacte entre público y artista es muy inmediato. A su vez hay una sobre abundancia de cosas que hace dificil agarrarse y saber elegir. Son los tiempos que van cambiando. Hoy es todo de canción, parece que el disco entero ya no tiene tanto sentido. La gente va más a la canción que quiere escuchar en el momento, un ratito de esta canción y otro de esta. Miramos este momento intentando subirnos, pero sabemos que somos bichos de otra época.

O.C.: ¿Cómo ha sido el reencuentro con el público?
S.K.: Ha sido muy lindo reencontrarnos con el público. Tocar en vivo es siempre donde todo proyecto musical cierra, por mas que los discos se recuerden, la magia del vivo es muy loca. Sobre todo porque nosotros no estábamos acostumbrados a tocar para tanta gente y cuando tocábamos antes la gente no tenia teléfonos. Era todo bastante tímido, la gente sentada en el piso y ahora hay gente que canta las canciones y baila y es algo que nosotros no habíamos sentido como Jaime. Es otra experiencia muy distinta.

O.C.: ¿Cómo están sonando las canciones hoy?
S.K.: Las canciones están sonando muy bien, hemos evolucionado, eso lo puedo asegurar y por eso nos da tanto placer poder hacer esto y poder mostrarlo.